El blanco y los colores pastel son los ideales para espacios de niños.
El estilo rustico nordico tiene una personalidad especial para estos espacios, es diafano, es claro y es calido.
Pintar todo en blanco con pequeños toques de color, es lo ideal, hasta el mobiliario de madera y los de fibras y acompañarlo con textiles a rayas o puntos.